Esta esquina de principios de siglo XX, que remata en la figura de un
león, nos remite al antagonismo comercial que enfrentó a Manuel
Ballesteros, antiguo propietario de esta esquina, con Don Viola quien
colocó en su negocio, calle de por medio, un enorme cartel con la
figura de un tigre en acecho, por lo que todo el pueblo dio en llamar a
los almacenes de Viola y Ballesteros, del Tigre y del León. La
rivalidad no paró ahí; sino que en el afán de competir para ganar
clientes fueron rebajando el precio de ciertos artículos hasta cifras
irrisorias, con el consiguiente beneplácito de los vecinos.
Aquí algunas de sus fotos
Estas fotos están tomadas desde el bar la fusta en la ochava de enfrente
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